Hablemos de conocimiento, capacitaciones, de cursos e incluso mencionemos algo de ciencia y mejor aún hablemos acerca de la adaptación del conocimiento.

No todos somos científicos, no todos somos ingenieros y no hay necesidad de serlo. Lo que si es necesario es que adaptemos los conocimientos a nuestra forma de vida para obtener en ella buena vida.

En este momento no te voy a hablar sobre la espiritualidad del buen emprendedor, ni tampoco mindset (mentalidad) para los negocios sino que quiero hablarte sobre lo importante que es adaptar los conocimientos a tu modelo de negocio ¿Vamos con ello?.

Es aconsejable antes de emprender tener, mínimamente en papel o en documento en tu computadora, el modelo de negocio con su planificación correspondiente a partir del cual podrás emprender con objetivos que te darán muchísima seguridad.

El segundo paso es capacitarse constantemente. Eso puedes hacerlo de las mil y una formas que existen. Puedes participar de encuentros de networking, preguntar a expertos, realizar formaciones cortas, formación universitaria, etc... Capacitarse es la cuestión.

Ahora bien... ¿Qué se hace con todo el conocimiento cuando se está en frente de un proyecto? Si bien existen fórmulas probadas para lanzar un proyecto y tener éxito, lo mejor es no seguirlas al pie de la letra, sino adaptarla a tu esencia y a tu público.

Ya sea para ofrecer un curso, un producto, un servicio, o cualquier cosa se requiere de muchísima planificación, tiempo y un equipo que te respalde; y, aun así, puede fallar. No hay ningún ser humano o maquina que garantice el éxito 100% en esta vida (cuanto más si intentas desarrollar un proyecto copiando a un mentor) por eso, insisto, es necesario adaptar el conocimiento a tu esencia y a tu público.

Como suelo decir en mis clases, cuando hablo de fórmulas y plantillas: si haces todo tal como te lo enseñan en un curso, todos lo que hagas terminará siendo idéntico a tu competencia y perderá efecto. La idea es captar la base del conocimiento y luego jugar, personalizar, arriesgar a fin de construir sobre la base del conocimiento.

En un principio las grandes industrias adoptaron el conocimiento descubierto por cientificos para con fines comerciales. En la actualidad los fines pueden cambiar pero la adaptación del conocimiento continúa vigente.

Te doy un ejemplo:

El nitinol es una aleación de níquel y titanio, y es el ejemplo más conocido de las llamadas aleaciones con memoria de forma.
En los laboratorios de la marina de los EE. UU. William Beuhler descubrió una aleación de níquel (Ni) y titanio (Ti) que presentaba estas propiedades, en un programa de investigación encaminado a la obtención de una aleación con alta resistencia a la corrosión. El equipo de investigadores que lo descubrió bautizó el nuevo material con el nombre de NiTiNOL (acrónimo de Ni-Ti-Naval Ordnance Laboratory). Se trata de una aleación de níquel y titanio en proporciones casi equimolares y que tiene propiedades de memoria de forma espectaculares. La memoria de forma se manifiesta cuando, después de una deformación plástica, el material recupera su forma tras un calentamiento suave. 
Fuente: Wikipedia